En la ciudad de Belén, provincia de Catamarca, República Argentina, la artesanía textil ha sido históricamente una de las actividades más relevantes. Su práctica se baso en la utilización de técnicas ancestrales transmitidas a través de las generaciones hasta el presente. Se trabaja con materia prima autóctona (fibra de vicuña, lana de llama y de oveja) de la puna catamarqueña. Se realiza auténticos tejidos totalmente artesanales, con hilos hilados a mano y tejidos en telares criollos. Verdaderas artesanía con artesanos calificados con años de experiencia y conocimiento en la elaboración de tejidos de vicuña, llama y oveja.
Merece una mención especial los finísimos tejidos de vicuña de Belén, que por su intenso desarrollo a través del tiempo hizo que a Belén adquiriera la denominación de “Cuna del Poncho”. Este noble oficio se aprende en el seno familiar mediante la práctica. Esta practica requiere de habilidad y de un tiempo prolongado (meses) y de un trabajo personalizado para cada prenda.
Se limpia la fibra, el hilado a mano es muy fino, cada tejido pesa solo gramos. En el caso de la emblemática manta de vicuña, reconocida en el mundo por su alta calidad, siempre fue requerida. Esta finísima prenda es urdida con 1300 a 1500 hebras, se teje en un solo paño entre dos teleras una de cada costado, de 1,30 m de ancho. El tiempo para tejer lleva hasta diez días. En total pesa entre 250 a 350 gramos.
La materia prima es fibra de vicuña de esquila de animales, avalada con la certificación de legítima tenencia, durante la realización del tejido. Una vez terminado el mismo se presenta ante la Secretaría del Agua y del Ambiente de la Provincia quienes expiden la Certificación de Trasformación de Productos, que habilita para la venta y circulación.
Además se trabaja con tejidos de oveja con hilos de colores diversos. Algunos con guardas o dibujos que se logra atando o cubriendo parte de las zonas que no se deben teñir.